Apostar por una agricultura sostenible: bueno para el medioambiente y para el bolsillo
La Agricultura de Conservación encaja en las nuevas ayudas de la PAC e implica una reducción de costes manteniendo la productividad.
En un escenario de cambio climático y ante una nueva Política Agraria Común (PAC) que traerá de la mano nuevas exigencias ambientales, la sostenibilidad ya no es una opción para los productores de alimentos, sino la única manera de entender la agricultura.
En este marco, apostar por la Agricultura de Conservación toma especial relevancia, ya que supone no sólo una oportunidad para mejorar la sostenibilidad del sector agrícola andaluz, sino también para incrementar la rentabilidad de las explotaciones.
Una rentabilidad que llegaría al bolsillo de los agricultores por dos vías: mediante la reducción de costes que implican ciertas prácticas agrícolas, y mediante ayudas europeas de la PAC (como los ecoesquemas) que actualmente se están discutiendo.
Para hablar de las oportunidades para mejorar la sostenibilidad del sector agrícola andaluz en el marco de la nueva PAC, ASAJA Sevilla ha organizado una jornada de debate dentro del proyecto "Life Agromitiga", que se está desarrollando en un total de treinta y seis fincas demostrativas de Andalucía.
El objetivo del proyecto es buscar estrategias que sean capaces de mitigar el cambio climático a través de la Agricultura de Conservación, implantando estrategias que favorezcan la capacidad sumidero de carbono del suelo.
Life Agromitiga, que cuenta como socios, además de la propia ASAJA, con la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV), la Universidad de Córdoba (UCO), el IFAPA y la Consejería de Agricultura de Andalucía, se está desarrollando en toda la cuenca mediterránea y su finalización está prevista para 2022.
Tres principios básicos
La Agricultura de Conservación es un sistema de manejo aplicable tanto a cultivos extensivos como a cultivos leñosos. Se basa en tres principios: eliminar el laboreo del suelo, mantener una cubierta vegetal en al menos el 30% de la superficie del suelo, y la rotación de cultivos.
"En España somos líderes en Europa en este tipo de prácticas. Llevamos más de 25 años promoviendo la Agricultura de Conservación, por lo que hay conocimiento adquirido suficiente para dar soporte técnico a cualquier agricultor interesado en estas prácticas", ha señalado Óscar Veroz, coordinador del proyecto de la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV).
En este sentido, ha señalado que Life Agromitiga "esta demostrando como estas prácticas están secuestrando carbono de manera muy eficiente. De hecho, en la red de fincas demostrativas, estamos incrementando el contenido carbono en un 25% desde el inicio del proyecto y en un 15% en cubiertas vegetales, lo que va a ayudar a los agricultores a cumplir con los retos que se plantean, tanto en la nueva PAC, como en el Pacto Verde Europeo".
Por ello, la Agricultura de Conservación "está propuesta dentro de los nuevos ecoesquemas que maneja el Ministerio" y "las comunidades autónomas son muy favorables a la inclusión de este tipo de prácticas en la nueva PAC, bien sea a través de los ecoesquemas o a través del Segundo Pilar de desarrollo rural".
Ventajas de la Agricultura de Conservación
La experiencia y los estudios indican que con la Agricultura de Conservación las producciones se mantienen y, en años secos, que irán siendo más frecuentes por el efecto del cambio climático, los cultivos responden mejor, porque hacen un uso más eficiente del agua en el perfil del suelo.
Además, como se prescinde del laboreo, "los costes del cultivo se reducen, y como las producciones se mantienen, el margen de beneficio del agricultor se incrementa". Por tanto, "estas prácticas bien llevadas suponen un ahorro de costes y un incremento de beneficios", recalca Veroz.
La Agricultura de Conservación también es una buena herramienta para regenerar los suelos degradados. "Estamos en la cuenca mediterránea, la zona de Europa que pierde más suelo. El 50% de los suelos está perdiendo de forma neta superficie por la erosión, y no se regenera lo suficiente como para compensar esa pérdida. La mitad del carbono que estaba en los suelos se ha perdido en las últimas décadas fundamentalmente debido al laboreo intensivo, y esto tiene una relación no solo con los aspectos medioambientales, sino con los aspectos económicos", ha señalado el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, Emilio González.
A este respecto, ha añadido que "hay un reciente estudio europeo que dice que la inacción sobre la protección del suelo cuesta unos 50.000 millones de euros anuales, que es prácticamente el presupuesto de la PAC". Además, "la degradación de los suelos también tiene un coste directo sobre la producción agrícola europea, que es de 1.250 millones de euros anuales". "El tiempo se agota, y esperamos que en la próxima PAC se apueste por una agricultora que proteja y mejore los suelos", insiste González.
Adoptar nuevas prácticas agrícolas cuesta, sobre todo cuando exigen más conocimiento técnico, pero "tenemos que ir cambiando, y para ello tenemos nuevas herramientas como la digitalización. El sector agrario debe ir preparándose para el cambio y las nuevas exigencias de sostenibilidad que van a llevar, y la formación es un pilar básico en el futuro periodo", ha insistido el coordinador de Agricultura y Ganadería de la Junta de Andalucía, Armando Martínez.
A este respecto, ha precisado que "la sostenibilidad ambiental y económica pueden ir de la mano, y la Agricultura de Conservación es el ejemplo, pero hay que estar bien formado e informado para ello".
Futuras ayudas
El representante de la Consejería de Agricultura se ha referido también a que "la Agricultura de Conservación va a jugar un papel fundamental en los ecoesquemas, pues el principal problema ambiental en Andalucía es el suelo, y gran parte de los temas de biodiversidad y de agua están relacionados también con los suelos".
Respecto a los ecoesquemas, la gran novedad de la futura PAC, ha señalado que no es una ayuda adicional, por lo que la postura de Andalucía es que para su cumplimiento "no se puede exigir mucho más de lo que ya había para el pago verde actual", pues hay que continuar avanzando en esa ambición verde de la PAC, pero "de una manera progresiva".
No obstante, ha manifestado que la última propuesta para los ecoesquemas del Ministerio "coincide más con lo que defendemos en Andalucía". Así, aunque el debate aún está abierto, se propone cobrar dos primas de ecoesquemas: "Una básica más importante que se diferencia según el tipo de orientación productiva (pastos, cultivos permanente o cultivo anual) y una adicional menor, en función a unas prácticas adicionales", explica Armando Martínez.
Lo básico, en el caso de los pastos, sería hacer pastoreo extensivo o siega. En el caso de cultivos anuales, las prácticas serían rotación con cultivos mejorantes o Agricultura de Conservación (siembra directa) y en el caso de leñosos, optar por cubiertas vegetales vivas o inertes".
Se propone, por tanto, "dos prácticas en cada tipo de cultivo pero sólo habría que elegir una para tener acceso al tramo primero. luego, para alcanzar el segundo escalón, habría que hacer planificación de los insumos o prácticas adicionales para la biodiversidad (como márgenes multifuncionales o islas de vegetación)", señala el coordinador de Agricultura y Ganadería de la Junta.
Incentivación versus limitación
Por su parte, el coordinador de los servicios técnicos de ASAJA Sevilla, Antonio Caro, ha querido dar un tirón de orejas a la Comisión, recriminando que "el Pacto Verde europeo está hecho en base a la limitación (el 50% fitosanitarios, el 20% fertilizantes...) cuando se debería haber hecho una estrategia europea de incentivación de aquellas prácticas que aúnan la sostenibilidad ambiental y económica, como es la Agricultura de Conservación". "Europa debería ir hacia ese enfoque incentivador y no limitador que incluye el Pacto Verde", ha enfatizado.
A escala nacional, y de cara al nuevo Programa de Desarrollo Rural de Andalucía, el representante de ASAJA Sevilla ha señalado que "la próxima programación de las ayudas agroambientales debe tener como programa estrella la Agricultura de Conservación y la producción integrada", lamentando el "primer intento fallido" en este periodo 2014-2020, materializado en la medida concreta de sistema sostenibles de cultivos herbáceos en secano (Operación 10.1.4), "que ha sido un fracaso ya que no estaba diseñada de forma adecuada", provocando que muchas hectáreas en campiñas de secano se quedaran sin poder cobrar esta ayuda.
Fuente: Sevilla.abc.es