Frente a la erosión del suelo, la agricultura regenerativa es la que puede ayudarnos a conservar y expandir fertilidad
¿Alguna vez te has preguntado cuánto tarda en formarse el suelo? ¿Cuánto tiempo tarda un campo en cubrirse con un único centímetro de suelo fértil donde cultivar? De forma natural, un centímetro de suelo tarda entre un siglo y un milenio en crearse, dependiendo de las distintas circunstancias. ¿Sabes cuánto se tarda en destruirlo? Poquísimo.
En España, de media, la erosión acaba con unas 14 toneladas de suelo por hectárea y año. ¿Y qué es la agricultura regenerativa? Según cada vez más agricultores, es la forma de frenar e incluso revertir este proceso de erosión. Descubre en qué consiste la agricultura regenerativa o de conservación, y cómo puede ayudarnos ante los desafíos climáticos que ya se nos echan encima.
Qué es la agricultura regenerativa
El suelo fértil desaparece por muchos motivos. La desertificación es uno de los más importantes. Según los datos recopilados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un 74% del territorio español es árido, semiárido o sub-húmedo seco, y el ritmo al que se pierde suelo fértil nos pone a la cabeza en la UE como el país con más riesgo de desertificación.
El objetivo de la agricultura regenerativa es revertir esto, busca restaurar la calidad del suelo a través de prácticas de manejo sostenibles. Esa reversión de la degradación se consigue mediante el incremento de la biodiversidad, y sus defensores explican que mejora la producción (fundamental para que un sistema funcione) al tiempo que fortalece la resiliencia de los agroecosistemas frente al cambio climático. Además, al rehabilitar suelo existente, se evita la necesidad de expandirse a nuevas áreas y la deforestación subsiguiente.
Pero, ¿cómo funciona exactamente este tipo de agricultura?
Técnicas de la agricultura regenerativa
En esencia, la técnica de la agricultura regenerativa o de conservación es lo opuesto a la de la agricultura convencional. La idea es olvidarse de monocultivos, fertilización química y suelos reventados con maquinaria agrícola. El enfoque es el contrario: racionalización y una visión holística, es decir, completa, del conjunto. No solo campos, sino todo el entorno. Para ello, emplean estos fundamentos:
Rotación de cultivos
Parece mentira volver a lo que ya conocían los antiguos, pero la rotación de los cultivos es esencial. Hay que alternar diferentes tipos de plantaciones en un mismo terreno a lo largo del tiempo. Esto ayuda a prevenir la erosión del suelo, controlar las plagas y enfermedades, y mejorar la fertilidad, ya que algunos cultivos (como las legumbres) generan nutrientes que aprovechan otros (como los cereales).
Supresión del laboreo
En lugar de arar o labrar se utiliza la siembra directa, que consiste en sembrar las semillas sin remover el suelo. Esto favorece la retención de la humedad, conserva los nutrientes y reduce la erosión.
Mantenimiento de la cubierta vegetal
En los huertos y campos de agricultura regenerativa siempre se intenta que al menos un 30% del terreno quede cubierto de vegetación. Esto retiene la humedad, protege el suelo frente a la erosión y potencia la biodiversidad.
Uso de abonos orgánicos
Los agricultores regenerativos utilizan solo abonos orgánicos, como el compost y los abonos verdes.
Agroforestería
La agroforestería consiste en combinar cultivos con árboles y arbustos en un mismo sistema para conseguir estos beneficios: captura de carbono, mejora del suelo, conservación del agua y biodiversidad. Estas prácticas permiten una producción más eficiente y sostenible, aún más si se integran también con el uso complementario del ganado. Para racionalizar la producción, se implementan medidas adicionales, como el uso eficiente del agua mediante técnicas de riego adecuadas, el manejo integrado de plagas que prioriza los métodos biológicos y la adopción de energías renovables para reducir la huella de carbono.
Esto no es un proyecto, es una realidad que lleva ya unos años funcionando y dando resultados; aquí tenemos un ejemplo cercano de éxito con la viticultura regenerativa. Ante los problemas acuciantes del cambio climático y la sobreexplotación, y la amenaza a ese suelo que tarda tanto en formarse, está claro que toca aprender que es la agricultura regenerativa, ya que vamos a verla cada vez más en nuestros campos.
Fuente: elnacional.cat
