
Una de las agrupaciones más veteranas en la difusión de la Siembra Directa en España es la Asociación Aragonesa de Agricultura de Conservación (AGRACON). Tras 25 años profundizando y dando a conocer las bondades de esta técnica entre los profesionales del sector agrario, en este momento confirman que «en el último lustro, debido a la combinación de factores económicos, de falta de mano de obra y de concienciación sobre la necesidad de conservación del suelo, se está viviendo una auténtica explosión».
Tras cumplir 25 años como asociación referente en Aragón y en España vinculada a la transferencia de conocimiento y asesoramiento en Agricultura de Conservación, ¿qué cambios ha experimentado la entidad a lo largo de estos años y en qué momento se encuentra?
La Asociación fue fundada por 14 agricultores y técnicos en el año 1999, unos verdaderos visionarios de la época, que detectaron la necesidad de crear un punto de encuentro en torno a la Agricultura de Conservación a través de AGRACON con el objetivo de intercambiar experiencias, aprender juntos y difundir la técnica entre el sector agrario aragonés que en aquel momento era muy escéptico a cosechar cultivos sin labrar como ‘Dios manda’.
AGRACON durante este cuarto de siglo de andadura se ha caracterizado por su constancia y su cabezonería aragonesa. Como entidad éramos conscientes que iba a ser un camino largo y que iba a costar, pero pasito a pasito se ha ido poniendo nuestro granito de arena para cambiar los modelos agrícolas en las explotaciones.
Los comienzos se basaron en ir recorriendo Aragón predicando casi en el desierto, de pueblo en pueblo y, poco a poco, los agricultores pudieron ir viendo casos de éxito a su alrededor. Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías el impacto de nuestras acciones divulgativas y formativas llegan a todo el territorio nacional. La Asociación está formada por más de 450 profesionales del sector, de los cuales el 25% ya son de fuera de Aragón y están repartidos por toda la geografía española.
¿En el sector se ha avanzado en lo que respecta a concienciar sobre la importancia de preservar un recurso tan valioso como es el suelo?
En nuestra opinión, en la última década la mentalidad respecto al recurso suelo de una buena parte del sector agrario ha dado un vuelco de 180 grados. Un porcentaje significativo de agricultores está comenzando a dejar de ver el suelo como algo a convertir en polvo, y de ir a las ferias buscando los aperos que hagan el laboreo más agresivo y más profundo.
Nos queda muchísimo camino por delante en lo que respecta a concienciar en la conservación y regeneración de los suelos agrícolas, pero cada día más profesionales del sector ven el suelo como lo que es, el medio productivo sobre el que se desarrollan sus cultivos, y trabajan en buenas prácticas como dejar los residuos de cosecha o los cultivos de servicio, para aumentar la cobertura y frenar la degradación de los suelos de su explotación. Hay una frase que resume esta nueva visión de este tipo de agricultores: “Quiero dejar a mis hijos una tierra más fértil, en todos los sentidos, de como yo la he recibido”.
En general, ¿cuál es la situación de los suelos en nuestra agricultura? ¿Se corre el riesgo de perder potencial productivo a causa de la sobreexplotación de este recurso?
Nos encontramos en una cuenta atrás de pérdida constante de fertilidad en los suelos agrícolas, especialmente en las zonas semiáridas de España; dicha degradación se está traduciendo en la pérdida de potencial productivo de las parcelas.
En los últimos años, por una parte se están frenando estos procesos de degradación de los suelos agrícolas en las parcelas donde se aplica la Agricultura de Conservación. A la vez, la intensificación de los fenómenos tormentosos derivados del omnipresente cambio climático está aumentando notablemente las tasas de erosión en las parcelas donde aún se practica manejos de laboreo. Por ello, aunque vamos por el buen camino, debemos intensificar la concienciación de los agricultores para que adopten manejos que favorezcan la conservación del mayor patrimonio de sus explotaciones que no es otro que el suelo sobre el que producen sus cultivos.
En concreto, ¿qué balance se hace desde AGRACON sobre la evolución de la siembra directa en nuestro país? ¿En qué zonas y cultivos ha encontrado una mayor aceptación?
La expansión de la Siembra Directa ha pasado por diferentes fases durante los últimos 30 años. En el último lustro, debido a la combinación de factores económicos, de falta de mano de obra y de concienciación sobre la necesidad de conservación del suelo, se está viviendo una auténtica explosión. En este importante aumento del interés por parte de los productores en la técnica también ha jugado un papel fundamental el incentivo de los eco regímenes de la PAC 2023-2027.
La Siembra Directa se está extendiendo de forma muy generalizada en todas aquellas zonas donde se realizan cultivos extensivos, siendo Aragón una de las regiones con mayor peso porcentual y donde ya representa cerca del 20% de la superficie de cultivos extensivos.
El sector agrario esta viviendo una segunda revolución relacionada con la Siembra Directa, la cual está en muchas de las conversaciones entre los productores en el día a día, cosa que hace una década no ocurría. Desde AGRACON creemos que si la técnica recibe el apoyo adecuado por parte de la administración y los productores reciben formación y asesoramiento especializado, en el plazo de una década la Siembra Directa podría llegar a superar la barrera del 50% de la superficie de cultivos extensivos en España, con el enorme impacto que tendría en la conservación y regeneración de los suelos agrícolas.
¿Qué barreras de entrada siguen frenando la adopción de la Siembra Directa en España?
En mi opinión existen 3 tipos de barreras que actúan conjuntamente y se encuadran en aspectos sociales, psicológicos y económicos. En primer lugar, un agricultor que se plantee iniciarse en la Siembra Directa debe enfrentarse al ámbito social, tanto familiar como profesional, ya que se trata de una forma de cultivar la tierra totalmente distinta, la cual en ocasiones ha estado muy denostada entre los propios agricultores y que muchas veces tiene unas recetas agrícolas que van totalmente en dirección contraria a lo que se ha hecho toda la vida.
En segundo lugar, la barrera psicológica que no es otra que el miedo al cambio, el miedo a lo desconocido. Es una reacción normal al plantear una nueva forma de hacer las cosas, pero que debemos afrontar apoyándonos en la formación y el intercambio de experiencias. Al primer año en SD se le denomina ‘embarazo de salto al vacío’, ya que debemos esperar 9 meses para conocer los resultados de la nueva forma de implementar nuestros cultivos.
Y en tercer lugar, y no por ello menos importante, la barrera económica, la cual ha aumentado su peso en los últimos años por el incremento del valor de mercado de las sembradoras de Siembra Directa. Las letras de la sembradora de SD se pagan con el tractor que no vas a ‘quemar’ y por lo tanto no vas a tener que reponer tan rápidamente como si hicieras laboreo tradicional; este debe ser el enfoque de inversión económica que deben tener los agricultores que tengan por delante 10 años o más en activo. Los precios de las sembradoras de SD se han incrementado muy notablemente en los últimos 5 años, pero también lo han hecho los precios de los tractores o de los aperos de labranza.
¿Es adecuado el apoyo que recibe la difusión de conocimiento de estas prácticas por parte de las administraciones públicas?
En este último periodo de la PAC, con la puesta en marcha de los eco régimenes de Siembra Directa y Cubiertas Vegetales en leñosos, se han incrementado muy notablemente las acciones formativas y divulgativas en torno a la Agricultura de Conservación, tanto por parte de las administraciones autonómicas como nacionales.
Especialmente reseñable ha sido el plan formativo llevado a cabo por el MAPA y la Asociación Española de Agricultura de Conservación y Suelos Vivos durante el periodo 2023-2025, donde se han realizado multitud de jornadas de campo, cursos y webinars por toda la geografía española.
Aunque queda mucho camino por delante en la divulgación y formación entre los agricultores en manejos conservacionistas del suelo, se está yendo por la buena senda y en los últimos años hemos observado un cambio positivo de dinámica por parte del Ministerio y de muchas consejerías autonómicas a la hora de implicarse en este tema, el cual queremos agradecer ya que el papel de la administración va a ser fundamental para lograr un cambio en la gestión de los suelos agrícolas.
En la situación actual, con costes de producción al alza y precios del cereal en mínimos… ¿qué puede aportar la Siembra Directa en términos económicos a las explotaciones de secano?
Los beneficios económicos más directos desde su implantación es la reducción del 50% de las horas de trabajo y del 54% del consumo de combustible, a lo que a largo plazo se sumará el menor desgaste de los tractores, de sus neumáticos y el alargamiento de su vida útil.
Para aquellas explotaciones agrícolas de secano que se encuentren en zonas semiáridas (<450 mm/año) y con producciones medias inferiores a 3 t/ha, la Siembra Directa ya no es una alternativa más a valorar. Bajo nuestro punto de vista es una necesidad imperiosa y la única vía para intentar seguir adelante teniendo una viabilidad económica en el corto, medio y largo plazo gracias al ahorro de costes en insumos, maquinaria y mano de obra.
En cuanto a la implantación de cubiertas vegetales, ¿qué aspectos podrían motivar su expansión en cultivos leñosos en los próximos años?
La expansión de las cubiertas vegetales avanza por buen camino, pero queda mucho recorrido para que cada día más profesionales opten por esta vía de manejo del suelo. La inclusión de esta práctica en la PAC a través de los eco regímenes está siendo fundamental para incentivar a los agricultores a iniciarse en esta técnica.
La adaptación al cambio climático y la búsqueda de reducir tanto las tasas de erosión como los daños de los fenómenos tormentosos también están provocando que cada día más profesionales valoren los beneficios de la cobertura del suelo. En los últimos años, las cubiertas vegetales también están ganando adeptos por el impacto positivo que tienen en el aumento de la biodiversidad y el papel que tiene esta en el control biológico de plagas, así como la polinización de los cultivos.
Por último, desde mi punto de vista, las cubiertas vegetales tanto parciales como del cien por cien de la calle están abriendo una vía de trabajo muy interesante del papel que tiene la cubierta inerte -una vez controlada en verano- en el control de malas hierbas como la Conyza spp. y la Kochia Scoparia gracias al principio de competencia.
Para finalizar, ¿qué importancia sigue teniendo el intercambio de información entre los propios agricultores para adoptar con éxito estas prácticas de conservación del suelo?
El intercambio de experiencias y conocer casos de éxito es fundamental para que cada día más agricultores se convezcan sobre la necesidad del cambio, le pierdan el miedo a la Siembra Directa y se formen para hacer las cosas bien.
En AGRACON tenemos implementado el sistema de ‘explotaciones espejo’ donde a través de una serie de fincas punteras y con una larga trayectoria en Agricultura de Conservación en cada zona climática que tomamos de referencia, los novatos en el sistema puedan copiar sus manejos ya probados con éxito, pero adaptándolos a sus condiciones particulares de explotación.
El lema de nuestra entidad es que ‘Juntos Aprendemos Más’ y trabajamos para aplicarlo en el día a día de nuestra asociación y en el desarrollo de nuestras actividades.
Fuente: interempresas.net
